Muy cerca de las ruinas del monasterio de Santa María de Rioseco se encuentra todavía en pie la espadaña de la pequeña iglesia románica de San Román de Fuente Humorera. No sabemos qué más queda de ella porque es imposible llegar hasta allí sin permiso de quien se considera de facto como su propietario. Nos han informado que este señor es muy amable y si te diriges a él respetuosamente llamándole Don Alfonso y vas bien vestido y en un coche caro es posible hasta que te permita verla de cerca e incluso hacerle algunas fotografías.
La que fue iglesia de Fuente Humorera se encuentra en la actualidad en el jardín de la casa señorial de reciente construcción de un propietario que ha logrado hacerse (y registrar a su nombre) con varios cientos de hectáreas entre las que se encuentran antiguas fincas de labranza, montes comunales y bienes de dominio público. No se sabe cómo ha ocurrido, pero en los mapas del catastro la iglesia de Fuente Humorera ha desaparecido, al igual que las ruinas, aun existentes, de las antiguas casas que conformaban el conjunto urbano de Fuente Humorera. Gracias a las recientes Normas urbanísticas aprobadas por el ayuntamiento del Valle de Manzanedo, el pueblo de Fuente Humorera también ha dejado de existir. Ahora Fuente Humorera es el nombre de una sociedad mercantil.
El párroco de la mayor parte de los pueblos del Valle de Mananedo se ha esforzado en registrar a nombre de la Iglesia todos los bienes que ha podido, mostrando en ello gran celo y diligencia. No sólo ha registrado los templos, sino que también ha registrado casas curales y fincas rectorales que los pueblos pusieron a disposición de los curas. Curiosamente, de este afán registrador de las propiedades que la Iglesia considera suyas, se han salvado dos templos: la ermita de San Tirso y la iglesia de Fuente Humorera. Decimos que curiosamente porque estos dos templos son los únicos que se encuentran dentro de un vallado, llamado cínicamente "cinegético", que rodea las propiedades de la sociedad mercantil que usurpó el nombre del pueblo de Fuente Humorera.
¿Por qué el cura habla siempre de la "ermita" de Fuente Humorera? El cura sabe perfectamente que el templo que estuvo dedicado a San Román en el pueblo de Fuente Humorera era una "iglesia aneja a la parroquia de San Martín del Rojo", como se puede comprobar leyendo el diccionario de Madoz, que tenía pila bautismal y cementerio. El cura sabe estas cosas, pero siempre habla de "ermita", como si esto le fuera a restar importancia. El cura también sabe que junto a la iglesia de Fuente Humorera había un cementerio, y debería saber que profanar cementerios es un delito grave. Sin embargo, no sabemos qué ha pasado con el cementerio de Fuente Humorera. El cura es posible que lo sepa, pero hace como que no sabe nada.

Pascual Madoz,
Diccionario Geográfico-Estadístico-Histórico de España, Madrid, 1847Tomo VIII, p. 228
El cura termina hablándonos en plural mayestático para decir "no queremos que se nos meta en medio de lo que creemos es, en verdad, una pelea política". Pero nadie le ha metido ni le quiere meter a él en ninguna pelea política, porque se ha metido él solo, porque cuando la Iglesia, como de costumbre, se alía con los poderosos, está haciendo política, que es lo que hacen los poderosos. El cura está en una pelea política desde el momento en el que su gestión favorece los intereses del señor poderoso que se ha apropiado de una iglesia.
El cura y el señor poderoso
El cura, en una ocasión manifestó que no podía registrar la iglesia de Fuente Humorera porque no existían sus libros sacramentales. Los libros sacramentales se encuentra archivados erróneamente, no sabemos si por accidente o deliberadamente, en el Valle de Valdebezana, pero existen y demuestran que era una iglesia, no una ermita y que tenía pila bautismal y cementerio.