lunes, 24 de diciembre de 2012

Un cuento de Navidad

Erase una vez un viejo monasterio. Hacía muchos, muchos años que quienes habitaban en él, sucesores de muchos otros que allí habían vivido, orado, meditado, dedicado su vida a la contemplación de las maravillas de la creación, lo habían abandonado forzados por nuevas concepciones del mundo y de la vida en las que no había sitio para la oración y la vida contemplativa. Había que producir riquezas, dar paso al progreso y al desarrollo económico. No había lugar para ociosos que dedicasen su tiempo a la oración.

Este viejo monasterio había sido levantado piedra a piedra durante varios siglos con el dinero de los ricos y con la miseria de los pobres. Una cosa era necesaria para la otra. Sin la miseria de los pobres no existirían ricos, pero tampoco existirían grandes obras arquitectónicas como aquel monasterio.

Mientras los ricos invertían sus riquezas en la salvación de sus almas mediante la construcción de grandes y bellas obras de arquitectura como aquel monasterio, sus míseros vasallos sufrían vejaciones de todo tipo, debían pagar diezmos, alcábalas, yantares y otros tributos, algunos en trabajos forzosos como las sernas o la participación en guerras que no eran suyas y en las que dejaban muchas veces la vida y una larga lista de huérfanos.

El resultado lo tenemos ante nuestros ojos. Una gran obra de arquitectura construída con la sangre y con el sudor de miles de pequeños hombres y mujeres anónimos que no podemos permitir que se destruya y que se olvide.

Durante muchos siglos, las gentes que construyeron con su sudor y su sangre esta magnífica obra y que contribuyeron con sus diezmos y con su trabajo a su sostenimiento se desplazaban de un pueblo a otro por viejos caminos. Viejos caminos que unían a las gentes y a los pueblos. Viejos caminos por los que transitaban para acceder a las fincas que cultivaban, para llevar el ganado a las veredas, para unir mediante el matrimonio a familias de diferentes pueblos, para compartir sus problemas, sus desgracias y sus alegrías. Viejos caminos que se reparaban todos los años, en los que se construían muros de piedra para evitar derrumbamientos y escorrentías. Viejos caminos por los que se acudía a las fuentes a por agua y a los montes a por leña.

Las gentes que con su sudor y su sangre levantaron las poderosas paredes, bóvedas y arcos de este viejo monasterio vivieron en pequeños pueblos en los que siempre había una fuente, una hornera, un lavadero. Pequeños pueblos como Rioseco, San Martín del Rojo o Fuente Humorera. Pequeños pueblos con sus pequeñas iglesias que servían como punto de unión de los vecinos en las que se reunían para acudir a las celebraciones religiosas y para celebrar sus concejos a campana tañida.

Estos caminos y estos pequeños pueblos, con sus fuentes, con sus viejas calles y caminos, también son parte de nuestra memoria, son parte del legado que nos transmitieron nuestros antepasados y que nosotros tenemos obligación de conservar y de transmitir a nuestros sucesores.

Ya no hay monjes en el viejo monasterio. Tampoco hay gentes que vivan en algunos de los pequeños pueblos que lo rodean. Pero el viejo monasterio y los pequeños pueblos que lo rodean forman parte de nuestra historia, son parte de nuestro patrimonio, son parte del legado que nos dejaron nuestros antepasados y son parte del legado que tenemos obligación de transmitir a nuestros sucesores.

El viejo monasterio quedó abandonado y fue víctima de un gran expolio. Grandes sillares, dovelas bien talladas, escudos, lápidas funerarias, todo servía para embellecer las casas particulares de gentes con pocos escrúpulos. Quienes tienen lápidas de Rioseco en su chalet no fueron ellos mismos a buscarlas. Algún inmigrante sin papeles se las vendería a buen precio. Quienes corrían el riesgo y se tomaban el trabajo de bajar las piedras desde el monasterio hasta la carretera probablemente lo que consiguieron fueron unos pequeños ingresos para poder llegar a fin de mes, poder pagar la factura de la luz y el alquiler de la habitación en la que vivían dos o tres familias.  Algunos incluso fueron detenidos por la Guardia Civil. Sin embargo quienes tienen las piedras en los muros de su chalet en Cigüenza ni se han enterado.

Otros no necesitaron de inmigrantes ilegales que les vendiesen las piedras. Ocuparon un pueblo entero y tienen su vieja iglesia en el jardín de su casa sin necesidad de mover una sola piedra. A estos la Guardia Civil les trata con mucho respeto y les llama "Don Alfonso".

"Don Alfonso" no sólo tiene una iglesia en la jardin de su casa, sino que desde hace diez años tiene cerrados numerosos caminos y ocupados varios pueblos a los que no es posible acceder. "Don Alfonso" es "ecologista", al menos eso dice él. "Don Alfonso" está acostumbrado a ocupar pueblos y cerrar caminos, pues ya lo ha hecho otras veces en otros territorios más meridionales de nuestra provincia. "Don Alfonso" es un gran amante de la naturaleza y por eso, siguiendo la tradición de los amores románticos, la quiere para él solo. No le gusta compartirla. Si hace falta, su amor por ella puede llevarle a hacer cosas como encerrarla dentro de un vallado. "Don Alfonso" es también un gran amante de los animales. Algunos hemos visto en youtube un video en el que aparece dándoles besitos a unas cabras. Ama tanto a los animales que organiza grandes cacerías en su "coto privadísimo" a las que acude la flor y nata de la oligarquía más rancia y casposa del país. "Don Alfonso" lleva diez años ocupando pueblos enteros a los que no es posible acceder y cerrando caminos públicos por los que no es posible pasar.

El Ayuntamiento, que es quien debería tomar las medidas para que los caminos que se encuentran cerrados sean abiertos, tal como se lo ha recordado en varias ocasiones el Procurador del Común de Castilla y Léon, lleva diez años consintiendo esta situación. Pero como al parecer ha empezado a haber quejas de gente que reclama su derecho a caminar por los caminos públicos -¡Qué barbaridad! ¿Qué necesidad tendrán de andar por esos lugares en los que no tienen propiedades?- pues el señor "Don Alfonso" ha propuesto al Ayuntamiento que le venda los caminos, las calles, las plazas de los pueblos, las fuentes, el abasticimiento de agua, el saneamiento, el alumbrado público... Y resulta que al Ayuntamiento no le ha parecido mala idea y se los va a cambiar por unas fincas que el señor "Don Alfonso" compró hace unos meses lejos de su casa y de su hacienda, probablemente porque eran las que a los miembros de la Corporación Municipal les venían mejor para algo que todos nos imaginamos.

La belleza del viejo monasterio es un bien a conservar aunque haya perdido su utilidad. Los viejos caminos también son un bien a conservar porque no sólo no han perdido su utilidad sino que son lo que nos queda para poder desplazarnos libremente por un mundo cada vez más vallado y más asfaltado. Los viejos caminos no son patrimonio de unos pocos, no son patrimonio de los pueblos por los que pasan ni siquiera del municipio en el que se encuentran. Los caminos son patrimonio de la humanidad. Los caminos nunca pierden su utilidad y por eso son bienes demaniales, bienes de dominio público, y por tanto se encuentran excluidos del mercado. No se pueden comprar y vender. Porque además no tienen precio, aunque el Ayuntamiento del Valle de Manzanedo se lo haya puesto (¡por seis euros alguien puede comprarse 100 m2 de camino!). ¿Cómo se puede calcular el precio de un camino? Un camino está para que algún día alguien pase por él. Nunca se sabe cuando llegará ese día, pero el día que alguien quiera pasar por él, el camino allí estará esperando, con más o menos maleza, pero el camino allí estará y quien camine por él lo dejará en mejores condiciones para quien venga tras él.
SALVEMOS FUENTE HUMORERA

contacto: salvemosfuentehumorera(arroba)lavabit.com

miércoles, 10 de octubre de 2012

Otras miradas a Rioseco




Finalizadas con éxito las Jornadas veraniegas que hemos titulado “¡Abrimos Rioseco!”, presentamos las actividades de otoño relacionadas con la recuperación del Monasterio de Santa María de Rioseco.
Durante los meses de octubre y noviembre nos ocuparemos de dos exposiciones y de la presentación del libro “Nika y el monasterio”.

Las exposiciones tendrán como protagonista al monasterio. Ambas se realizarán en la sala de exposiciones de Caja Burgos en Villarcayo.


La primera de ellas, bajo el título de “Rioseco”, presentará óleos de Iñaki Bilbao y Miguel Ángel Salgado. Iñaki Bilbao es profesor titular de Pintura en la Facultad de Bellas Artes de Universidad del País Vasco y Miguel Ángel Salgado ha conseguido su título de doctor por la Universidad del País Vasco con la Tesis doctoral “Análisis de los contenidos simbólicos y poéticos en el paisaje romántico. Aplicación experimental”. La idea de esta muestra partió de Iñaki Bilbao, enamorado desde joven de las románticas ruinas del monasterio, quien mientras dirigía la tesis doctoral de Salgado le propuso conocer el cenobio. Y de un modo absolutamente natural surgió la idea de esta colaboración. La exposición -del 16 al 30 de octubre- se inaugurará el martes 16 a las 7 de la tarde en la Sala de Exposiciones de Caja Burgos, allí los pintores nos mostrarán personalmente sus creaciones.

Del 1 al 15 de noviembre podremos contemplar la muestra “Otras miradas a Rioseco”, una exposición colectiva de 5 alumnas de Tercer curso de Bellas Artes de la Universidad del País Vasco. Ellas son: Maider Aldeasoro, Mar de Dios, Laura Ibáñez, Alba Lorente y Gabriele Muguruza. En esta ocasión fue Laura Ibáñez, que conoce desde pequeña el monasterio, quien propuso a sus compañeras la idea, que fue secundada con ilusión. En esta ocasión los planteamientos plásticos son muy personales y se llevan a cabo desde ópticas muy diferentes. Esta muestra podremos contemplarla en Villarcayo del 1 al 15 de noviembre. El 1 se inaugurará con la presencia de las jóvenes pintoras.

El 19 de octubre en Medina de Pomar y el 16 de noviembre en Villarcayo (en las dos ocasiones en los Salones de Caja de Burgos) se presentará el cuento “Nika y el monasterio” de Noelia López, autora del texto y Laura Ibáñez, autora de las ilustraciones. En ambas presentaciones las autoras estarán acompañadas de alumnos del Colegio Público “San Isidro” de Medina de Pomar, que bajo la dirección de Noelia, profesora de este centro, representarán la historia del cuento, que trata de transmitir a los niños la necesidad de conservar y cuidar nuestro patrimonio. El dinero que se recaude con la venta de este libro se destinará íntegramente a la recuperación del monasterio.




miércoles, 5 de septiembre de 2012

Rioseco en el Diario de Burgos


Enlace a la noticia en la web de Diario de Burgos

martes, 14 de agosto de 2012

Obra de 118 voluntarios

Han sido 118 las personas que han trabajado durante la pasada semana en el monasterio. Gracias a su esfuerzo el claustro del monasterio de Rioseco ha recuperado un poco más de su aspecto original y se ha descubierto la canalización que llevaba agua a la fuente situada en el mismo.

Pero sobre todo se ha recuperado un trocito de la memoria escondida entre las piedras caídas y entre las hiedras que crecen agarradas a sus paredes, y se ha recuperado el interés y la preocupación por conservar lo que queda de esta magnífica obra arquitectónica que fue levantada durante varios siglos también con el esfuerzo de gentes anónimas que con sus manos labraron las piedras y las colocaron de forma armoniosa.


viernes, 10 de agosto de 2012

Más de un centenar de voluntarios trabajan en el monasterio

Durante toda esta semana son varias decenas las personas que están dando el callo por el monasterio de Rioseco. Los trabajos de limpieza y desescombro han permitido además descubrir la canalización de una vieja fuente que se encontraba oculta.

Ya era conocida la canalización que llevaba el agua hasta el monasterio, pero la que se ha descubierto ahora se encuentra en el claustro y parece tratarse del medio por el que se abastecía de agua a una fuente probablemente situada en el centro del mismo.


En esta fotografía se pueden ver los arcos del claustro que se encontraban tapiados desde mediados del pasado siglo y que están siendo reabiertos durante estos días.

Esta es la información difundida por la agencia Europa Press:


BURGOS, 10 Ago. (EUROPA PRESS) -
   Los trabajos desarrollados durante la II Semana del voluntariado en el Monasterio de Santa María de Rioseco, ubicado en el valle de Manzanedo (Burgos) han sacado a la luz la canalización de una antigua fuente, sobre la que se ha redactado un informe que ha sido enviado a la Junta de Castilla y León para que señale los pasos a seguir con respecto a esta infraestructura, según han informado testigos presenciales a Europa Press.
   Los trabajos, en los que participan diariamente casi medio centenar de voluntarios, procedentes de localidades del entorno y de lugares como Madrid, Barcelona o Bilbao, tienen como fin liberar los ojos del claustro, tapiados desde los años 40 del pasado siglo, cuando se alquiló este espacio para guardar ganado y se taparon los arcos para que el ganado no entrara a la iglesia. En esa época también se hizo una segunda planta para guardar paja y pienso.
   Estas labores son sufragadas con donativos, que han permitido alquilar máquinas de obra para desescombrar los materiales más pesados. Durante estos trabajos, se ha descubierto la canalización de una antigua fuente que permanecía oculta.
   La semana finalizará este domingo, 12 de agosto, con la Gran fiesta del voluntariado en Rioseco, en la que habrá conciertos, misa en el Monasterio a las una y media de la tarde, seguida de una comida solidaria media hora más tarde.
   Además de una exposición de fotografías, los visitantes podrán escuchar cuentos, ver una obra de teatro y disfrutar de un concierto de música antigua a cargo del grupo Aldebarán. Los actos finalizarán a las siete y cuarto de la tarde con las voces de los monjes cistercienses de San Pedro de Cerdeña.

Más información en:



domingo, 22 de julio de 2012

lunes, 16 de julio de 2012

Piedras que luchan



Este reportaje fue publicado en el Diario de Burgos del día 15 de julio de 2012 y puede leerse aquí

lunes, 25 de junio de 2012

domingo, 24 de junio de 2012

Nuestro patrimonio en grave peligro


Esta es la noticia aparecida en el Diario de Burgos de hoy en la que también se habla de Rioseco:

La falta de inversión agudiza el riesgo de decenas de bienes
H.J. /G.G.U./ Burgos - domingo, 24 de junio de 2012

La aparición de un claustro románico cuyo origen puede estar en Burgos en una finca privada de Palamós (Girona) ha abierto un debate sobre la conservación del patrimonio que tiene la provincia. Y hay quien llega a la conclusión de que más que lamentarse por lo que se fue, todavía podemos trabajar para que no se repitan episodios indeseables.
«No debemos perder las esperanzas de que, algún día, recuperemos nuestro legado, sobre todo si su salida se produjo ilegalmente. Pero creo que nuestra gran responsabilidad, en estos momentos, es mantener lo mucho que aún nos queda». Esta reflexión del profesor de Historia del Arte de la UBU René Jesús Payo, expresada hace unos días en este periódico, se refiere al recurrente asunto del patrimonio expoliado, o vendido, o exiliado, o robado, o desaparecido, o como se le quiera denominar.
La provincia de Burgos, gracias a sus condicionantes históricos como origen del reino de Castilla y sede de importantes centros de poder político y religioso, conserva espectaculares monasterios, conmovedoras abadías, iglesias que son una joya y edificios civiles admirables. Pero son tantos que sus titulares no dan abasto a conservarlos, y muchos de ellos están en riesgo de desaparición. No porque una fortuna norteamericana venga, los despiece y los monte en un barco como ocurrió a principios del siglo XX, sino simplemente porque la maleza, el viento, la lluvia y el sol, el mero paso del tiempo, acaban con ellos. Es el caso del Monasterio de Fresdelval, de la Colegiata y del Monasterio de Santa Clara, ambos en Briviesca, del convento de Nofuentes, del Palacio de Cadiñanos, en Trespaderne... El listado sería interminable si fuésemos concienzudos. Pero hay algunos ejemplos que merece la pena repasar para hacerse una idea de lo que está en juego. Por ejemplo, el Monasterio de San Pedro de Arlanza, en su día tan significativo o más que Silos, propiedad del Estado y en el que la Junta de Castilla y León ha hecho en los últimos años esfuerzos de consolidación para evitar el avance de la ruina pero que sigue esperando un plan de actuación definitivo que le dé vida y asegure su futuro.
O el de Santa María de Rioseco, en el que el trabajo de decenas de vecinos y voluntarios ha sido fundamental para asegurar un mantenimiento básico. Gracias a ellos se han realizado obras de conservación y la venta de libros ha permitido conseguir financiación para poder pagar los 8.000 euros que cuesta consolidar los primeros cuatro arcos del claustro, un paso imprescindible para poder recuperar las cubiertas de la iglesia y de la sala capitular. «Es una lucha terrible», explica el párroco de Rioseco, Juan Miguel Gutiérrez.
Él es uno del casi centenar de voluntarios que están tomando las medidas que la Administración no adopta. «Hace tiempo se aprobó una moción para la consolidación de las ruinas de Rioseco que incluso llegó al Congreso, pero no se hizo nada. Ahora se achaca a la crisis, pero está demostrado que por cada euro que se invierte en patrimonio, revierten dos o tres», apunta Gutiérrez. Este fin de semana comenzarán las visitas guiadas por las ruinas que se celebrarán durante todo el verano, y con las que los voluntarios y amigos del monasterio pretenden conseguir más fondos para el conjunto y poder seguir trabajando en su conservación. En este caso, se trata de una ruina propiedad del Arzobispado, pero hay otras muchas de particulares que, directamente, se declaran incapaces de asegurar un correcto mantenimiento. Es el caso del Monasterio de San Antón, en Castrojeriz, que en sus tiempos fue parada imprescindible para los peregrinos del Camino de Santiago, o del de Alveinte, en Monasterio de la Sierra.
En este último se celebra todos los veranos la romería de Alveinte y es muy probable que si el propietario de las ruinas, Jesús María Esteban, decidiera venderlo y permitir que se lo llevaran de Burgos, la provincia pondría el grito en el cielo. Pero de seguir así, acabará cayéndose. «Está claro que a mejor no va a ir, pero hago lo posible porque se mantenga», explica por teléfono Esteban. Este serrano explica que cuando él era niño, el monasterio conservaba buena parte de sus piedras de sillería y de su estructura original, pero los familiares del entonces propietario permitieron que se llevaran cientos de piedras para emplearlas en la construcción de una central eléctrica. «Yo nunca lo hubiera consentido, me pregunto cómo es posible que lo hicieran, porque si se hubiera conservado como yo lo conocí...». Explica que él lo compró hace más de 50 años por «más de 20.000 pesetas» y subraya que para entonces. «ya estaba mal». Sin embargo, afirma que nunca ha pedido ayuda a la Administración. «Me preocupo de limpiar y de mantener la bóveda, pero no hago más inversión», cuenta. Además, ha tenido que vallar todo el perímetro y cambiar reiteradamente los candados porque la gente, dice, seguía entrando para robar piedra. A pesar de todo, Jesús María Esteban asegura que no tiene la más mínima intención de vender y confía en que sus herederos puedan conservar el monaterio.
Tampoco  el presidente de la fundación propietaria del monasterio de San Antón, Eliecer Díez, vendería las ruinas si pudiera hacerlo. Este caso es distinto del de Alveinte porque en varias ocasiones se ha recibido dinero de la Administración para obras de consolidación, pero a juicio de Díez no se aprovechó correctamente. El próximo agosto se cumplirán 35 años desde que compró las ruinas y al cabo de poco tiempo, la Junta aprobó una partida de 5 millones para conservar lo que quedaba. «Se lo encargaron a tres albañiles que  hicieron muchas cosas, hasta que dejaron de mandarles material y no pudieron seguir», cuenta Díez.
Pasaron los años, le hicieron varias ofertas para comprarle el monasterio que rechazó y llegó el momento en el que Díez se encontró con que la Administración le obligaba a constituir una fundación para poder recibir subvenciones y lo hizo, aunque ahora asegura estar arrepentido. «De haber sabido que iba a tener tan poco apoyo, no hubiera hecho esto, en absoluto», afirma, explicando que una vez constituida la fundación Eliecer Díez Temiño San Antón, «nos dieron 40 millones para obras de consolidación, pero se hizo muy poca cosa y cuando me quise dar cuenta, ya no había dinero», apunta indignado.  Explica que del proyecto de rehabilitación se encargó un equipo que, según explica, no se preocupó de destinar el dinero a lo más importante: reconstruir la cubierta. «Por la parte de abajo está consolidado, lo que hace falta es cubrirlo. Viene el invierno y con él viene el agua, los hielos y eso es lo que perjudica. Si hemos visto un hueco en las paredes, lo hemos cubierto, hemos metido la luz y el agua, pero yo no puedo techarlo», apunta.
Tampoco las ruinas que tienen la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC) cuentan con más protección; todo lo contrario. El alcalde de Encío, Benjamín Fuente, asegura sentirse impotente para conseguir que la Junta haga algo con la iglesia de San Cosme y San Damián, declarada BIC en 1983 y que, a pesar de ello, ha ocupado durante mucho tiempo uno de los puestos en la lista roja del patrimonio que elabora la asociación Hispania Nostra. Salió en 2005, después de que la Junta acordara invertir 74.455 euros en la iglesia. Sin embargo, Fuente explica que lo único que se hizo fue «echar una plancha y, desde entonces, no se ha vuelto a actuar». Y suponiendo que el Ayuntamiento estuviera dispuesto a dedicar parte de su presupuesto, no podría hacerlo porque al ser un BIC, la competencia es de la Junta.
Payo admite que «la situación es inabarcable, pero no debemos renunciar a mantener lo que tenemos, porque sería malo que alguien viniera, pagase y se lo llevase, pero peor sería que lo dejáramos caer y desaparecer para siempre». Cree que la responsabilidad sobre el futuro de nuestro patrimonio es cuestión de muchas partes: «Yo hablaría de una corresponsabilidad», explica. «De las comunidades que tutelan estos bienes, de los ayuntamientos, la Diputación o la Junta en su caso, también de la Iglesia aunque es imposible que pueda con todo...»  La clave, dice, es un trabajo constante: «Hacemos inversiones cada 20 años y luego dejamos que empeore, y la solución está en el mantenimiento». Lo malo, sin embargo, es que serían necesarios unos cuantos millones de euros que ahora nadie tiene.

domingo, 17 de junio de 2012

Tarde musical en Rioseco


La iglesia del monasterio de Santa María de Rioseco ha acogido en la tarde de hoy a una multitud de gentes procedentes de diversos lugares para escuchar el concierto ofrecido por la Minibanda de Villarcayo. Las bóvedas de la iglesia del monasterio de Rioseco, que durante varios siglos dieron cobijo a las salmodias de la comunidad cisterciense, han servido de caja de resonancia a la música de los instrumentos de viento de esta joven banda.

La atmósfera de misterio del viejo templo de Rioseco se ha llenado con las notas musicales y con la presencia de un gran número de gentes unidas por un deseo común: "Salvemos Rioseco".


Precisamente hoy, el día 17 de junio, la Iglesia recuerda en su santoral a Santa Teresa de Portugal, quien fue reina de León, por su matrimonio con Alfonso IX. Este matrimonio fue anulado por razones de parentesco y Teresa de Portugal se retiró a un monasterio cisterciense hasta el fin de sus días. Esto es lo que nos cuenta el P. Enrique Flórez en su obra "Memorias de las reynas catholicas":
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Orquídeas en el camino de subida al monasterio

Después del concierto, un pequeño recorrido por la zona nos ha permitido hacer una pequeña visita al vecino pueblo de San Martín del Rojo, a sus arruinadas casas y a su bellísima iglesia que se encuentra en obras. La Fundación Santa María la Real de Aguilar de Campóo está realizando la restauración dentro del denominado Plan de Intervención "Románico Norte".
Espadaña de la iglesia de San Martín del Rojo

Casas de San Martín del Rojo

Cerca de San Martín del Rojo, el pueblo de Fuente Humorera y las ruinas de su iglesia románica se encuentran secuestrados por un particular con pocos escrúpulos y no se pueden visitar. A pesar de que una reciente resolución del Procurador del Común exigía que se respetasen los caminos públicos, estos continúan cerrados con candados.



martes, 12 de junio de 2012

Abrimos Rioseco

A continuación se detallan las actividades previstas a realizar en el Monasterio:

Domingo día 17 de Junio 

17h en la Iglesia de Rioseco: Concierto de la Minibanda de Villarcayo. Los más jóvenes, niños y adolescentes, de la banda de música de Villarcayo darán allí un concierto gratuito en el que estamos todos invitados y que será el comienzo y la presentación de las actividades de verano en Rioseco.

Todos los fines de semana de Julio y agosto:



 "Abrimos Rioseco", se podrá visitar el monasterio con guias los sábados y domingos por una cantidad simbólica. Alumnos, profesores del IES Merindades de Castilla de Villarcayo y otros voluntarios se preocuparan de explicarlo y de atender a los visitantes.

Semana de Voluntariado:



 del 6 al 12 de Agosto se realizarán labores de limpieza con todos los voluntarios que lo deseen.

El 12 de Agosto Día de nuestro Monasterio



En ese día se realizarán diversos actos en el Monasterio de Rioseco, Ya tenemos confirmada la presencia del grupo de Música Fetén Fetén (donde está el violinista burgalés Diego Galaz), también contamos con una obra de teatro de los niños del colegio de Medina de Pomar, tendremos misa y comida popular.


Reseña publicada en el Diario de Burgos

miércoles, 21 de marzo de 2012

AMIGOS DE RIOSECO

La Asociación Cultural "Amigos de Rioseco" celebrará, en el mismo monasterio de Santa María de Rioseco, el próximo día 12 de mayo, sábado, a las cinco de la tarde, una asamblea para la elección de la nueva Junta Directiva.

Monacatus - Arte Sacro en Oña

En Revista de Castilla y León

De noticiascastillayleon.com :

´Monacatus´ llevará a Oña el mayor proyecto cultural de Castilla y León sobre el arte sacro

La consejera de Cultura y Turismo, Alicia García, ha presentado junto con el Arzobispo de Burgos, Francisco Gil Hellín, la edición de la exposición Edades del Hombre que se celebrará entre mayo y diciembre de 2012 en la localidad burgalesa de Oña, Burgos. Las Edades no volvían a Burgos desde 1990, momento en el que tuvo lugar una de las primeras ediciones: Libros y Documentos en la Iglesia de Castilla y León, celebrada en la Catedral de Burgos.

En ese sentido, Alicia García ha asegurado que Monacatus llevará el mayor proyecto cultural en torno al arte sacro a Burgos, uno de los territorios más ricos desde el punto de vista cultural y artístico.

Este potencial se acrecienta día a día con la actividad investigadora y restauratoria sobre los bienes de su patrimonio, pero también con la puesta en marcha de nuevas infraestructuras y actividades que permiten potenciar y rentabilizar estos espléndidos recursos de cara al turismo cultural y de interior, en el que la Comunidad de Castilla y León mantiene el liderato.

Esta nueva exposición de Las Edades del Hombre, Monacatus, va a contribuir también a la consolidación de este liderazgo y a la dinamización turística y cultural no sólo de Oña y de Burgos, sino también de toda Castilla y León. Monacatus es el segundo proyecto de una nueva etapa que incide en la utilización de sedes no catedralicias, con la puesta en valor del territorio y con la utilización de lugares monumentales que celebren alguna efeméride relevante o que vengan siendo objeto de restauración.

Para la Junta de Castilla y León, Las Edades del Hombre se han convertido en un referente nacional e internacional, no sólo de la excelencia y riqueza artística del patrimonio sacro de Castilla y León, sino también de un nuevo modo de hacer y de difundir los valores de la cultura, en un proyecto que aúna ese valor cultural con la dinamización turística y urbana de las localidades en las que se ha celebrado.

La última edición celebrada en las localidades vallisoletanas de Medina del Campo y Medina de Rioseco constituyó todo un éxito que corroboró el acertado planteamiento de la Junta de Castilla y León y de la Fundación Edades del Hombre al diseñar una nueva etapa de proyectos expositivos que comenzó con Passio y que se prolonga ahora con la exposición que hoy se presenta, Monacatus.

Según la consejera de Cultura y Turismo, esta etapa, que cuenta como siempre con el apoyo firme y continuado del Gobierno Regional, pretende continuar poniendo en valor el extraordinario conjunto de arte sacro de Castilla y León y también, de forma paralela, convertirse en un inteligente y eficiente recurso cultural para el desarrollo económico del entorno, la dinamización turística y la promoción de las zonas rurales.

Monacatus es un ejemplo de recalar en una localidad en la que se celebre alguna efeméride relevante o en la que parte de su patrimonio cultural vengan siendo objeto de restauración.La actividad restauratoria ha sido una constante en el Proyecto de Las Edades, pues se ha procedido por parte de la Junta de Castilla y León a la intervención de más de 17 excelentes inmuebles -todas las catedrales además de otros templos- y alrededor de 1800 piezas de arte y bienes muebles. Esta labor directa de conservación de los bienes patrimoniales de la Comunidad se refleja en el Monasterio benedictino de San Salvador de Oña, en el que la Junta de Castilla y León viene interviniendo desde 1984, con diversas actuaciones centradas tanto en bienes muebles como en el propio Monasterio, y en el que sólo en los últimos años se ha invertido casi un millón y medio de euros.

El Monasterio de San Salvador de Oña celebra además el Milenario de su Fundación.La Consejería de Cultura y Turismo ha colaborado con la Fundación Milenario de San Salvador con diversas actuaciones enmarcadas en este aniversario, como la ejecución de una nueva fase de restauración que corresponde a la rehabilitación de la cubierta y al interior de la Iglesia del Monasterio, y que se ha finalizado recientemente.

Además de esta intervención, la Consejería de Cultura y Turismo ha acometido recientemente otras actuaciones en el Monasterio entre las que destacan la adecuación del claustro, la restauración de la túnica del infante D. García y la restauración de una aljuba funeraria. A esto hay que añadir las obras que se están ejecutando en el exterior del monumento para la restauración de las escalinatas y fachadas exteriores, un proyecto redactado por la Consejería y financiado con cargo al uno por ciento cultural del Estado.

Esta muestra expositiva busca también esa sinergia efectiva entre la actividad restauratoria y el desarrollo económico que alimenta la actividad turística. El visitante de Monacatus podrá disfrutar de toda la zona de la Bureba, un territorio en el que ejercen enorme atractivo cultural y natural la propia villa condal de Oña, los Conjuntos Históricos de Frías y Poza de la Sal y sus imponentes castillos; o la villa de Briviesca, con sus distintos hitos monumentales. Unos atractivos que se prolongarán en los de toda la provincia burgalesa.

La anterior edición de Las Edades del Hombre, Passio, supuso un enorme impulso para las localidades vallisoletanas que la acogieron y logró, en plena crisis económica, dinamizar las dos villas y crear una unión, principalmente desde el punto de vista turístico, entre las dos localidades y el entorno, que ha servido para dar a conocer la riqueza cultural de ambas localidades y de otros iglesias, museos y monumentos cercanos.

La exposición Monacatus
El argumento de la exposición será la vida consagrada en la Iglesia Católica. Monacatus intentará mostrar que la vida consagrada es un carisma de Dios a la Iglesia, para el mundo. Mostrará el rico patrimonio religioso-cultural de los monasterios de la Iglesia Católica en Castilla y León y, de manera destacada, de la archidiócesis de Burgos. De la iglesia monástica se integrarán en el ciclo expositivo la sillería coral (obra de fray Pedro de Valladolid, siglo XV), el panteón condal y real (fines del siglo XV), las pinturas murales dedicadas a la vida de Santa María Egipcíaca (siglo XIV) y el crucificado románico de Santa Trigidia, primera abadesa del monasterio. De la sala capitular algunos de los capiteles románicos que en ella se conservan. Y de la sacristía, diversos objetos de gran interés (aljuba, arquetas, etc.). También se destacará la figura de San Iñigo, abad oniense entre 1035 y 1068, que marcó el esplendor benedictino del monasterio, y cuyas reliquias se conservan en la iglesia.

Agustín Lázaro será el Comisario de la exposición que se celebrará en el Monasterio de San Salvador de Oña, en Burgos. Las novedades de la muestra vendrán de la mano de su puesta en escena, que pretende la captación del mensaje por medio de los sentidos y de las vivencias, y de la integración por primera vez en una exposición de Edades del Hombre del mundo de la fotografía.

Monacatus estará compuesta por seis capítulos. Capítulo I: Cristo como origen, fortaleza y término de toda vocación religiosa; capítulo II: personajes bíblicos y santos que marcharon al desierto, personajes históricos de Castilla y León y de Burgos que se retiraron y primeras fundaciones cenobiales acontecidas en Castilla y León; capítulo III: "Ora" la Liturgia de las horas, la celebración eucarística y la lectio divina; capítulo IV: relación entre la monarquía y el monacato en Castilla y León; capítulo V: "Labora", aquellas cosas que conforman la vida comunitaria cotidiana de los monjes; y capítulo VI: Santos fundadores y las órdenes monásticas presentes en Castilla y León.


Monasterios y monarcas


La Fundación Santa María la Real publica un nuevo libro sobre la relación entre monasterios y monarcas hispanos medievales

El libro comienza con un prólogo de José Ángel García de Cortazar y Ramón Teja, directores del Seminario sobre Historia del Monacato, y se compone de ocho artículos, que recopilan las ponencias impartidas durante el curso por reputados investigadores. “La obra analiza el papel que desempeñaron los reyes en la fundación y dotación de los monasterios hispanos de los siglos XI al XIII, - explica Pedro Luis Huerta, coordinador de cursos y publicaciones de la Fundación Santa María la Real - en unas ocasiones con el fin de utilizarlos en provecho de sus propios objetivos sociales y políticos, y en otras para que cumplieran sus obilgaciones devocionales y litúrgicas“.

Contenido del libro

Así, Carlos Laliena Corbera, de la Universidad de Zaragoza, reflexiona en su artículo sobre la fundación y dotación de los monasterios hispanos, a partir del análisis de varios cenobios aragoneses del siglo XI. Por su parte, María Pilar Alonso Abad y Juan José González, profesores de la Universidad de Burgos, hablan, respectivamente, del mecenazgo real en el monasterio burgales de las Huelgas y de la utilización política y social de los monasterios por parte de los reyes. Therese Martin, miembro del Consejo Superior de Investigaciones Científicas escribe sobre las estancias palaciegas en los recintos monásticos medievales.

“Los reyes hispanos y la reforma monástica“ es el título del artículo de Carlos Reglero de la Fuente, de la Universidad de Valladolid. Etelvina Fernández de la Universidad de León centra su mirada en la colegiata de San Isidoro y en las aportaciones de Fernando I y Sancha a su tesoro. El libro se completa con los artículos de Raquel Alonso (Universidad de Oviedo) y J. Ángel García de Cortázar (Universidad de Cantabria), sobre “Enterramientos regios y panteones dinásticos“, el primero, y “Memoria regia en los monasterios hispanos medievales“, el segundo.

Conclusiones

La lectura de estos ocho artículos nos permite comprender como “muchos monasterios fueron utilizados para consolidar la repoblación de determinados territorios o para el control estratégico de un territorio fronterizo, mientras que otros sirvieron para favorecer a determinadas órdenes religiosas, especialmente a benedictinos y cistercienses“, apunta Pedro Luis Huerta .

Del mismo modo, según señala el coordinador de publicaciones de la Fundación Santa María la Real, “en algunas ocasiones, se estableció una vinculación de por vida entre el monarca y el cenobio fundado o dotado por él, una relación que, a veces, iba más allá pues fueron muchos los reyes que buscaron el descanso eterno entre los muros de un monasterio, en un intento por alcanzar la salvación con ayuda de las plegarias de los monjes“. Esta convivencia, casi cotidiana, entre clérigos y soberanos fue tal que se construyeron dependencias palaciegas dentro de algunas abadías que acabaron por convertirse en auténticas residencias reales.

Por úlitmo, cabe recordar que la obra, de la que se han editado 1000 ejemplares, está ya a la venta en librerías especializadas al precio de 22 euros.

Información extraída de: Fundación Santa María la Real

domingo, 11 de marzo de 2012

La Junta no actuará de momento en Rioseco

Noticia aparecida en el periódico Crónica de las Merindades de marzo de 2012.


martes, 17 de enero de 2012

Premio al proyecto "Salvemos Rioseco"

Educación ha premiado el proyecto "Salvemos Rioseco" que desarrollaron durante el pasado curso escolar profesores y alumnos del Instituto de Enseñanza Media Merindades de Castilla de Villarcayo. Esta es una buena noticia que nos anima a seguir trabajando por la conservación de nuestro patrimonio.

martes, 10 de enero de 2012

La mirada oblicua de Alberto Uyarra

Desde el día 7 hasta el 20 de enero, en la Sala de Exposiciones del "Consulado del Mar" de Burgos tendremos una nueva oportunidad de asombrarnos de nuevo con las miradas al Monasterio de Rioseco que Alberto Uyarra comparte con quienes se acerquen a la exposición.